jueves, 21 de abril de 2011

LA CATORCE

Treinta y cuatro años hacía que despertaba de aquel sueño. En realidad ni sueño ni despertar, eran recuerdos susceptibles de mi infancia. Como supuse al inicio de los primeros diez años de la existencia, el mundo era un canto y entre sus quehaceres estaba el ir a la escuela, probar alimentos y estar con papá y mamá, además de los hermanos, saber de la existencia de familiares tíos y primos; y así que todo era bien, la vida era un plan magnífico. Elegí ser bombero por entonces.

Vivir en el barrio de La Catorce, en la Agrícola Oriental fue un punto de referencia durante muchos años, no sólo porque había echado a andar mi infancia, sino porque ahí se iniciaba, todo lo que soy ahora, lo que he dejado de hacer y probable lo que haré en un momento dado.

Jamás había conocido la muerte, hasta que a mi padre le llegó su hora. Una hora bastante intolerante por todo lo que trajo consigo. Espanto, preocupación, movilización, espera, drama y al fin llanto, abrazos, rezos, agua, sal, flores y más rezos y amistades y gente y gente, no sé de dónde tanta gente. Ya después todo fue ausencia, olvido y recuerdo.

La Catorce dio más. Desde ahí me enfrente a mi primer libro y su mundo en ese entonces imaginario, quizá no debió de ser la mejor puerta para iniciar la lectura, no lo sé. Escuché en la radio a los Beatles y la quinta de Bethoveen. La televisión era escasa, incluso compartida con los vecinos. Recuerdo que el teatro era fundamental en las Kermesse que organizaban los jóvenes adolescentes, tomando la calle, haciéndola un foro abierto. Se daban las fiestas patrias sin el oficialismo; acontecían entre canto y esperanza, entre canto y comida, entre canto y algarabía recitales. Uno apenas entre los diez años, podía decir un diálogo apenas lúcido y trastabillante pero, seguro sí, de que algo sucedía en aquel barrio, calle cerrada y de poca luz y aunque contaba con todos los servicios urbanos, todo fluía bien. Recuerdo que esa idea o estilo de vida, mi padre la eligió de entre varias opciones que le recomendaban los tíos cercanos, haciéndole creer que irse a una colonia nueva y todas sus incomodidades, resultaría en la adquisición de un terreno y fincarse allí con miras a un futuro mejor. No obstante mi padre optó por la paga de renta y así continuar con otro estilo de vida.

Un acercamiento real al arte lo viví a través de la pintura de Nahum B. Zenil y el neomexicanismo que entendí muchos años después. Por él, visité varias galerías de arte, presencié exposiciones de pintura en la Zona Rosa y Polanco.

Al par, empezaba a descubrir el teatro popular y la música de barrio. Pulquerías y sus departamentos de uniformados y mujeres, de panaderías y peluquerías, de bicicletas en renta.

De salir a la calle y cada día llegar más lejos del día anterior hasta irse lejos algún día y no regresar jamás al barrio, por lo menos durante mucho tiempo, traducidos casi en treinta y cuatro años.

Durante la infancia acontecían cosas que no entendía y que viviría por segunda ocasión pero, ya con molestia y con cierto pesar en la adolescencia. Descubrí por ejemplo, la noche y sus rincones o túneles secretos que eran creados como mundos distantes contra el aburrimiento, la nostalgia y el miedo. Explorar era una pasión desmedida no sólo porque habitaban infinidad de aventuras, sino porque eso tejía día con día parte de mi forma de ser, irremediablemente mi forma de conducirme entre la vida real e imaginaria.

RECUERDO LA CASA CONTIGUA Y LA RENDIJA, CASI PERFECTA, QUE EL BAÑO NOS DABA PARA OBSERVAR ESCUALIDAMENTE LOS SENOS DE LA SEÑORA LUCIA, MIENTRAS ESTA SE BAÑABA. MIRAR Y CASI PALPAR UNA SENSUALIDAD QUE LA FIESTA DEL AGUA Y ESA LARGA CABELLERA NEGRA HACIAN. ELLO ME TRAJO UN DESPERTAR DE ALGO, NO SOLO REGOCIJO Y SECRETOS.


La azotea, fue un verdadero espacio de reposo en donde convergían, muchas cosas viejas o inservibles, un silencio y tranquilidad y sobre todo una realidad o cara diferente a lo que sucedía en plena luz del día. Desde ahí sucedían actos o estallidos eróticos que la infancia arrojó. Recuerdo la casa contigua y la rendija, casi perfecta, que el baño nos daba para observar escuálidamente los senos de la señora Lucía, mientras ésta se bañaba. Mirar y casi palpar una sensualidad que la fiesta del agua y esa larga cabellera negra hacían. Ello me trajo un despertar de algo, no sólo regocijo y secretos.

EN ESA HABITACION CREO HABER DESCUBIERTO A DOS FANTASMAS MUJERES, CASO DISCUTIBLE PARA MUCHOS, PORQUE HAY QUIENES PIENSAN QUE LOS FANTASMAS NO TIENEN UN GENERO DEFINIDO.


El mundo era sórdido desde ahí ante los secretos que uno formaba y aunque era tarea del diario anochecer revivirlos, esos secretos se desvanecían a pesar de todo.
La vecindad constaba de cuatro viviendas, separadas por un largo y estrecho pasillo que contenía las escaleras para acceder a la azotea. Nosotros vivíamos en la parte de atrás, seguro sería el número cuatro. La vivienda eran dos cuartos separados entre la cocina y el baño. En el primero, convivíamos seis de los hermanos para dormir y, en el día, este se transformaba en sala y comedor. El segundo, contenía a mis padres y tres de mis cuatro hermanas, la otra vivía con una tía, hermana de mi madre. En esa habitación creo haber descubierto a dos fantasmas mujeres, caso discutible para muchos, porque hay quienes piensan que los fantasmas no tienen un género definido. Recuerdo que eran tristes y escuálidas, bajitas y con cara de niña. Sábanas blancas no permitían observar su cara, no así su cabello largo y lacio, enmarañado. Una era más bajita que la otra y eso sí, les miré en distintas ocasiones los canutillos de sus piernas y tobillos. Nunca podían salir de esa habitación y sólo las veía a través de los cristales de la puerta, si avanzaba en su dirección, desaparecían de inmediato. Mi familia no lo sabía pero, no dormía a altas horas de la noche y me dirigía para mirarlas y cosa rara, nunca me dieron miedo. Creo que eran fantasmas buenos e inocentes. Jamás supe porque estaban ahí o cuál era su pretensión, lo único cierto es que no inspiraban miedo o terror por aquellos días. Y aunque la vida entretejía millones de tramas, imágenes e ideas, muchos años después me enteré de que dos de mis hermanas Concha y Meche, casi mueren por una infección tifoidea. En ocasiones creo que esos fantasmas eran ellas bajo el borde de mis ojos, seguramente tristes. Ya después todo fue sepultado con la muerte de mi padre.
Ese evento del paso de la muerte, dio origen a una nueva forma de vida. Por un lado, desterró a mi madre por completo de la vida de pareja y apareció la soledad y angustia como fieles compañeros de combate y peleas, porque la lucha por sus hijos empezaba de una forma genuina y estoica y que de forma invicta nos llevó a cada quien a su esquina ante la vida.

Desde ese parte de la vida, ya no podía entender la vida sin amenazas. Se destapó una serie de eventos lastimosos y no necesariamente era sentirse dolorido por la muerte de mi padre, no era una queja o grito de inconformidad, más bien era algo extraño, dimensional, que bifurcaba entre la vida de cada instante y un largo cúmulo de escasos diez años. Ahora tenía entre mis manos, entre mis hombros que si bien no eran escuálidos, si empezaban a cargar una sombra semejante a la noche o algo equivalente a la creación de mi primer fantasma ante la vida que a partir de ese momento dolía, ya que nunca volví a ser el mismo, sólo en recuerdos a veces logro serlo.

viernes, 1 de abril de 2011

LIBROS, LIBROS

Comparto con ustedes la invitación para la Quinta Edición de Jornadas Culturales Libros, Libros, que se celebrará a partir del 2 de abril en TENANGO DEL AIRE.

Destaco la importancia que tienen los meses: abril-mayo, por la cercanía al periodo vacacional de semana santa, la cual se presta para salir de paseo y visitar la zona oriente del Estado de México.




domingo, 24 de octubre de 2010

MASACRE


Otra masacre de JOVENES en Ciudad Juárez. Las declaraciones al pie de la letra, históricas y méndigas, Bla, bla, bla. No quiero leer. No quiero escribir. He llorado por las muertes que infinitas parecen en este país que ya no quiero, que me duele, que lastima. ¿Quién vive aquí? Ni literariamente puedo imaginar que sea un pueblo de fantasmas. Somos una gran caja a la espera de recibirnos con los brazos cruzados. ¿Quién será el enterrador? He dejado de leer a Roberto Bolaño. He dejado de indagar
Memorias de la amante infiel.

Chihuahua duele, Juárez aun más. Bla, bla, bla. Soy parte de ello. Lengua de arroba tiene sangre, alguien la manchó, alguien está al acecho y siempre a la espera, siempre.

Insisto. La vida duele ¡Puta madre!

¿Qué quieren? ¿Quieren todo el país? Ellos, los muertos, no tienen las escrituras, probable el gobierno, pero no hay nadie ahí, eso si es una presidencia fantasmal, no existe nadie, se fueron hace tiempo y congreso y senado siguen, insisten, dicen, no entienden nada, no son nada. ¿Hay alguien ahí? Y a lo lejos se perciben rumores en el baño, seguro están arremolinados y empapados en orina.

Desde ahí se escucha¡No señor Goetz! y otros más ¡duro señor Goetz, acábelos!

martes, 19 de octubre de 2010

LOS REYES, LA PAZ.



UNA VENTANA AL MÉXICO DE AYER, ORGULLO DEL PRESENTE.


Título que enmarca la exposición de reproducción fotográfica, en homenaje al Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana, que se llevó al cabo en el vestíbulo de La Presidencia municipal en Los Reyes, La Paz, durante las primeras semanas de octubre.


La muestra con imágenes alusivas a la Independencia y a sus personajes, es quizá más figurada y abstracta que la del motivo revolucionario pues, la segunda enmarca fotografías sobre ambientes reales, tomadas por los hermanos Agustín y Miguel Casasola y, la clásica imagen de “Las cocineras de las tropas huertistas” de Gerónimo Hernández,
publicada en el diario maderista Nueva Era el 8 de abril de 1912 y que erróneamente se le ha dado el nombre de soldadera, Adelita o prostituta, según detalla un excelente artículo de Arturo Jiménez, publicado en La Jornada en 2007.









Para nadie es un secreto que las imágenes revolucionarias, tengan una mayor tradición de arraigo popular dentro del colectivo, que las del tema independentista. No creo necesariamente que sean 100 ó 200 años, lo que muevan al grosor popular a adquirirlas con mayor facilidad o admiración en el México contemporáneo, son en determinado momento una especie de venero e identificación de un mito de apenas un siglo, un mito genial, algo fantástico.





http://casasolamuseum.com/mexico1900history.htm

Quienes disfrutaron de la muestra, que no fueron pocos, seguramente han podido validar que el valor del Bicentenario y Centenario, no radica necesariamente en su parte histórica, sino en su parte de héroes y mitos, algo que indudablemente es más grande que cualquier hecho histórico por muy loable que haya sido.

lunes, 11 de octubre de 2010

EXPOSICIÓN HOMENAJE A CARLOS GAYTÁN

El pasado 11 de septiembre, se llevó al cabo, un homenaje al artista plástico Carlos Gaytán en "Ollin Coatl" Casa de la Cultura,Tenango del Aire. El motivo principal, su trayectoria y la basta producción de su obra plástica; el otro motivo, la serie de eventos que el Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución mexicana están trayendo a través de Casa de la Cultura.

“Carlos Gaytán (1940),fue en sus propias palabras, un niño inadaptado y un adolescente reivindicado. Ingresa a la Escuela de Pintura Escultura y Grabado la Esmeralda en 1969, motivado por el deseo de ver en su habitación un cuadro pintado por él mismo, esto lo hace emprender un camino que hasta el día de hoy ha sido prolífico en el arte, principalmente desde su llegada a Tenango del Aire, donde encuentra un estilo propio y perfecciona su técnica, lo que lo convierte en un pintor único y de gran valía, pues en cada pincelada narra embelesado por los paisajes de la región”



De la colección: Y es que la obra reunida y prestada por coleccionistas, es un rasgo que habría que distinguir y tomar en cuenta por un motivo, volver a reunir la misma y realizar otro homenaje al artista plástico, no es cosa común y agraciada que pueda repetirse.






De los motivos: Los paisajes, lo religioso, la muerte, las fiestas populares y su arte objeto, son algo recurrente pero, la evidencia es clara, su técnica depurada y reducida al detalle, son elementos gratos que se encuentran en su obra.



Del montaje de la obra: es común observar que dentro de las Casas de Cultura de los municipios, al no tener la infraestructura adecuada, se tiende a reducir y a desmerecer la apreciación del trabajo de los expositores, amén de la buena disponibilidad y quehacer de los directores de dichos centros, que en su malabar, se les cae la pelota o la suerte echada a andar.

Inició sus etudios en 1969, en La Escuela Nacional de Pintura Grabado y Escultura la Esmeralda INBA. México, D.F.
Exposiciones individuales.
1981 “Angelina Niño” Sala de Cultura Tenango del Aire.
1990 “Paisajes” Palacio municipal Tenango del Aire.
1999 “Donde la fe y la alegría se funden” Palacio municipal Tenango del Aire.
Exposiciones colectivas.
1970 “Tres nuevos valores” Galería Chapultepec, México, D.F.
1974 “Fiesta de navidad” Galería José María Velasco, México, D.F.
1986 “Cinco maestros” Galería del CREA, Del. Gustavo A. Madero, México, D.F.
1992 “Palabra plástica y angelitos” Consejo de Cultura de León Guanajuato.
1993 “Exvotos” Casa de la Cultura Alfonso Reyes, México, D.F.
1995 “Ángeles y querubines” Espacio Cultural Rancho Tecomate Cuatolco, Tenango del Aire.
1998 “Septiembre en Tlayacapan” Centro Cultural La Cerería, Morelos.
1999 “Fragmentos del Arte mexicano” Museo de Bellas Artes, Toluca.

viernes, 1 de octubre de 2010

TENANGO DEL AIRE Y SUS AIRES DE CULTURA

El sábado 28 de agosto del presente, acudí como cada 8 a Tenango del Aire, al Taller de creación literaria Enrique Villada y, en el transcurso del día, sucedieron tres eventos culturales que marcan el libre-proyecto- cultural en esa zona del Oriente del Estado de México.

A decir verdad, en tan solo una vez en mi vida, he tenido el agrado y el placer de presenciar la inauguración de tres eventos plásticos en el mismo municipio, es decir, no creo que exista registro histórico que desmienta tal afirmación, si fuera así, bueno, qué mejor remendar tal afirmación.

Los tres eventos que de forma inigualable, fueron en aumento durante el día, trajo diversos aires emotivos para alojar un poco de calma, ante los tiempos que irrumpen bajo el influjo de la violencia y horror en nuestro país, de ahí que podemos considerar que fuera un día suave, talentoso e irrepetible, por lo menos para quienes estuvimos ahí.

GALERIA ARTE SEPIA. Trabajo plástico individual “Neobarroco mexicano” de Nancy Kamin.
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Celebrar es un acto alejado dentro de las posibilidades que enmarcan nuestros días; entonces, mirar y escapar son sendas que mueven nuevas posibilidades de replantear los estados generales de la cultura, pues pareciera que está vencida y desvencijada, pareciera que es un acto irrisorio y de poquitos que se atreven a dar movimiento a lo visiblemente estético.

Lo anterior porque estando en la muestra de Nancy Kamin, y el neobarroco mexicano, se vuelve forzado el tema y el centro de sus obras, dan muestra del desbordamiento en sus trabajos, desbordamiento tanto del tema y colores como del marco que los alberga, es decir, el lateral del marco, tiene vida y lo vuelve incapaz de contener.


El neobarroco es un tema amplio, algunos detallarían que es poco común y desmesurado el hacer arte desde esa corriente estética, quizá porque su epicentro siempre esté dentro del barroco, fuerza que lo liga inconmensurablemente, pero, con todo y lo anterior, en la muestra se da una alegoría al color mexicano -de ahí el mexicanismo- siempre imperante dentro de los colores abundantes y aunque de forma excesiva se ofrece, es parte de los elementos barrocos: el exceso en el decorado o la abundancia estética, algo así, como un mal humor sobre las cosas plásticas, no obstante, Kamin nos halagó con ese despilfarro fuera de los cuadros que bien merece la atención.


Nancy Kamin: Nació en Búfalo, N.Y., estudió en el Cleveland Institute of art, Cleveland, Ohio; ha realizado trabajos de pintura y escultura en la Universidad Autónoma de México, UNAM; profesora de pintura en el Instituto de Artes Visuales del Estado de Puebla; profesora de pintura en la Universidad de las Américas, Cholula, Puebla, México. Ha exhibido en la galería José María Velasco; en el Museo de la Ciudad de México; en la Galería del Instituto Tecnológico Regional, Puebla y ha participado en exhibiciones colectivas en The Bridge Gallery, City Hall, Los Angeles, CA.; Arte Contemporáneo de Puebla, Galería José Guadalupe Posada, Bellas Artes.

ESPACIO CULTURAL MURALLA. Plástica individual de Leonel Coronado Las pequeñas memorias.
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En alguna ocasión leí, que la memoria tenía dos funciones: recordar y olvidar, creo que fue en el libro El beso de Judas de Joan Fontcuberta, sería lo de menos ahora.

Desconozco quien fue el autor de la idea de poner pelotas plásticas multicolores sobre el piso y al inicio de la muestra, pero fue algo contundente, el hacer participar a la gente, no sólo por el recorrido, sino adentrarlos a la memoria y al recuerdo infantil, que de cierto, será imposible olvidar, por lo menos durante un largo periodo de tiempo en que funciona mi memoria con las cosas agradables.

Una muestra clara y amena, contundente por el manejo, por hablar de afectos y episodios de tristeza, llantos y alegrías, de una personalidad estricta en sentido del detalle, una forma de homenaje a lo que se fue y lo que no deja de ser y expresar ¿Qué es la infancia? y ¿Cómo deberá de ser interpretada desde el punto de vista del arte? Leonel Coronado, comparte algo más allá de un trabajo de años, nos lleva al interior de su vida a través de pequeños y gigantes cuadros que hablan de él y por él.

Una exposición que detalla perfiles psicológicos y cosas no pequeñas en que uno va haciendo “su ronchita” como en un juego de canicas y, que al final, tenemos la opción de tirar los recuerdos o hacerlos crecer y colgarlos en cuadros que nutren a simple vista a quien los mira.

Ahora entiendo también, que las formas circulares o cilíndricas, estrictamente hablando de pelotas, no son sólo para patear y jugar al fucho, también son para recordar y vitalizar el tiempo que continúa.





Leonel Coronado, nació en 1968 en la Ciudad de México. En su página de internet se lee lo siguiente: formación básicamente autodidacta. Inicié mi labor como artista plástico en 1999, experimentando con distintos materiales o técnicas. Teniendo como principal fuente de inspiración la imperiosa necesidad de expresar su mundo interno afectado e impactado por el externo. En mi obra el tema de la soledad causada por factores como la edad la situación económica e incluso la orientación sexual, son una constante. http://coronado.artelista.com/

ESPACIO CULTURAL RANCHO TECOMATE CUATOLCO. Homenaje al Neomexicanismo, exposición colectiva de 62 artistas plásticos.
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Iris Atma, dice que es “Un movimiento y cuatro sinónimos para mencionarlo: neo-nacionalismo, nueva mexicanidad, nuevo nacionalismo, neo-mexicanismo. Cada crítico o teórico le dice como quiere y no se ha necesitado un consenso, ya que todas estas palabras llevan al mismo punto. Aunque a algunos la palabra “nacionalismo” les irrita y por ello prefieren “neomexicanismo”.

Teresa del Conde menciona al respecto “El nacionalismo de la Moderna Escuela Mexicana ha sido remplazado por el neomexicanismo, un ligeramente surreal, de alguna forma kitsch y postmoderno punto de vista en lo popular más que en la historia de la cultura mexicana.”

Aunque de cierto, la muestra representó la riqueza de las obras y artistas que estuvieron presentes, el marco se engalanó por dos personajes representativos de este movimiento, Nahum B. Zenil como artista plástico y Luis Carlos Emerich, como crítico del movimiento, quien publicó “Figuraciones y desfiguros” de los 80s. Pintura mexicana joven, México, Diana, 1989.












Algunos de los exponentes: José Manuel Venegas; Alicia López Díaz; Jorge Lara López; Alejandro Cruz; Marisa Lara; Arturo Guerrero; Claudio Martínez de la Cruz; Germán Venegas; Adolfo Patiño; Víctor Mora; Coral Revueltas; Rafael Pérez y Pérez; Froylán Ruiz; Enrique Ávila; Alejandro Caballero; Luis Garzón; Rocío Caballero; Ma. Elena Leal; Chanatar Chong; Martín Orozco.

Luis Carlos Emerich, elogió a Nahum B. Zenil y a Gerardo Vilchis, por el espíritu creador y de conciencia al haber hecho posible el Espacio Cultural, y es que no es poco, porque después de existir el espacio, la riqueza y el dinamismo que hay, convierten al municipio en algo fuera de serie, junto con los demás espacios existentes.














El mexicanismo o nuevo nacionalismo, surgido a finales de los setentas, se asemeja en cuanto a movimiento al de la Escuela Mexicana de Pintura de los años veinte, aunque con claras y demasiadas temáticas populares, que anuncian por un lado la nueva visión del México contemporáneo y su iconografía, su religión, su arte popular urbano y rural, además de su ironía que le hacen temporalmente posmoderna y preparada para los años venideros, característica única que le dan más valor.

Otros de los exponentes: Arturo Contreras; Ma. Luisa Reid; Ma. Eugenia Chellet; Pere Greeham; Tony Tovar; Ramón Martínez Villar; Eric Muñoz; Danicela L. Negrete; Carlos Gaurería; Emmanuel Espín; Reynaldo Velázquez; Oscar Luján; John Mc Gher; Miguel Castro Leñero; Gustavo Monrroy; Adonay Vázquez; Ernesto Alcántara; Alejandro Estalisnao; Roberto Madrigal; Mauricio Vega.

Una característica fundamental del movimiento plástico, fue el aspecto figurativo, que implicaba técnicas individuales, bajo lenguajes propios que sus creadores retomaban del México aislado y fuera de contexto, tanto en lo social como en lo artístico, de esa manera las artes plásticas pasaban al escenario con exponentes como: Nahum B. Zenil; Enrique Guzmán, Ricardo Anguia; Francisco Ochoa; Julio Galán entre otros.

Más exponentes: Iván Benítez; Leonel Coronado; Alejandro Colunga; Francisco Ochoa; Elena Villaseñor; Nicolás Ingram; Alfredo Bravo; Susana Beltrán; Salvador Salazar; Sara Ventura; Gabriel Mendoza; Emmanuel Arce; Claudia Méndez; Carla Rippey; Carlos Gaytán; Luis Fernando Guevara; Héctor M. Flores; Bernardo Avilés; Gerardo Vilchis; Nahum B. Zenil.
Homenaje al neomexicanismo, adquiere valor en fechas del “Bicen Tenorio Cómico” como bien dijo el crítico Luis Carlos Emerich, no sólo porque el movimiento fue “desconstructivo” sino porque emanaban de su temática, la parodia, lo sangriento e ironía que nos alcanzó ahora en el presente, claro está, que con colores y temas muy mexicanos.

martes, 17 de agosto de 2010

FURIOSA SUSTANCIA


EL ESPACIO CULTURAL RANCHO TECOMATE CUATOLCO, CASA DEL POETA, EL CÍRCULO DE LECTURA “CARLOS MONSIVÁIS Y EL TALLER DE CREACIÓN LITERARIA “ENRIQUE VILLADA” INVITAN A LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO FURIOSA SUSTANCIA DE ROBERTO FERNÁNDEZ IGLESIAS.



Tecomate Cuatolco. Son las diez aeme y apenas llego, me recibe Sebastián, seguido de Dulcinea y demás mascotas, que se divierten, en el mismo recorrido rumbo a la capilla. El ambiente se siente ligero, húmedo, perfumado, mucho de alrededor es verde y se observan tintados de flores que asoman apenas uno voltea.

Nahúm me recibe, siempre cordial pero ahora, preocupado por Sueño. Me explica el mal que padecen sus ojos y por ello la ausencia de Gerardo, quien ha llevado a Sueño al médico veterinario.

Ya dentro del Espacio Cultural, Rancho Tecomate Cuatolco, Casa del Poeta, Nahúm, me invita a recorrer la sala y planta alta, en la cual exhibe parte de su obra; con tiempo harto recorro lento ese quehacer que parece a veces remoto, el contemplar y aun más, el sorprenderme.

La planta alta está lista para la presentación del libro Furiosa sustancia. Luce bien el área. Nahúm va y viene, checa los detalles, me entrega la invitación que realizó para dicha presentación de RFI. Entre tanto, busca unos libros semi extraviados, con detenimiento indaga y ausculta rincones propios en donde deberían de estar. Los libros no ceden y la memoria no llega al recuerdo, aun está en el olvido.

Son apenas las once aeme y no hay avisos de que llegue alguien del Taller de Creación Literaria “Enrique Villada”, al cual acudimos cada sábado. Hoy es un día especial.

Tecomate Cuatolco. Las doce aeme o pe eme y empiezan a llegar invitados. La bienvenida, los recorridos, el ulular dentro de las instalaciones no cede y todo indica que no empezará al medio día tal cual estaba planeado. No importa. La ventaja es que no es un acto oficial y por lo tanto se presume de paciencia y desenfado en tiempo, para dar inicio a la presentación del libro de Roberto Fernández Iglesias o RFI.


Apenas conocí a RFI, en el Centro Cultural España, en donde lo escuché leyendo y manoteando al son de su poesía. Ahora, lo observo nuevamente con su gorra, su andar, su gesto al desplazarse como si diera grandes bocanadas de consumo de aire. Mira alrededor y su gesto adusto parece el de un ser grotesco, malhumorado, de esos que inspiran temor ¿el temor inspira?

Apenas se acerca a uno y, sonríe espetando alegría y confianza, algo así como:

¡Quihubo mano!

Se da el acto protocolario de las presentaciones, estrechamos manos, sonrisas vuelcan y todo es buena onda.

Gerardo llega y, Sueño es consolado por los que conocemos de su estado y al par de caricias, escuchamos sus quejidos al tiempo que se convierte en centro de atención por instantes.

La sala en planta alta está llena. Acomodados bien, vemos pasar al Gordo; que conste que no es un adjetivo mal intencionado, en realidad es una descripción bien hecha y, como tal es.

Toma asiento en una sala estilo francés. Un vitral de luz certera, amaga a los fotógrafos en contraluz, mientras Enrique Villada, es invitado por Nahúm, a tomar asiento junto al autor de Furiosa sustancia y fundador de TunAstral, de apenas hace 40 años.







Tecomate Cuatolco. Dulcinea, mascota de la casa, camina también en planta alta y bien comportada, asume un rol que muchos niños en cualquier evento no pueden dar o bien, que muchos padres quisieran esperar de sus hijos.


Tecomate Cuatolco. Nahúm B. Zenil poeta y anfitrión, siempre sencillo y amable, da la bienvenida al Rancho, acá en Tenango del Aire, a los de allá, a los allegados, a los oriundos de.

El poeta Enrique Villada, con el chance de la palabra, va y viene, abarca el motivo de la reunión, traslúcido en el tono y conocedor de Fernández Iglesias y de muchas cosas que pasaron juntos, aporta una semblanza cálida, de esas que los amigos y compañeros de tiempo, acá y allá, se muestran (again) como diría un poema de RFI.

Tecomate Cuatolco. Lobelto empieza, quizá en un tono más panameño se pudiera acertar la tonadita. Conozco pocos panameños pero, ahora recuerdo solamente a Rubén Blades.

Lobelto, inicia con un acercamiento de la anatomía del libro, menciona el trato de la antología y la palabra lo lleva a Lorena Paz Valderrábano, quien prologa y realiza la selección de la sustancia contenida en el papel.

Como suele ser una presentación, el autor obedece a una serie de comentarios previos a su lectura poética. A veces uno quisiera que sólo leyeran pero, no, no, es necesario que signifiquen un tanto más, para descubrir mucho de lo que hay contenido en ese estado, en cada página escrita, entre signos.

El autor, lee, again and again.

Sebastián de la Cruz, se sienta un tanto al extremo derecho de Enrique Villada y con su guitarra espera su turno.

La atmósfera es apacible y RFI cuida su tiempo. Supongo que sabe lo terrible que es estar sentado, frente a un exponente, a veces dormitando, a veces bostezando, lo saben y por ello respetan el tiempo, su espacio, la privacidad de estar en la casa-museo del artista plástico Nahúm B. Zenil.

Y es que es tanto el espacio adecuado para dicha presentación, que el gusto se vuelve placer al unísono de las palabras que revienta Roberto Fernández Iglesias. Es como un poeta mago, del cual salen palomitas de maíz de su boca, al tiempo que hace malabar con las palabras enfundadas y acomodadas de tal forma que se entienden, alivian, viajando entre las obras de Nahúm para llegar a buen puerto de los escuchas; de tal forma que se reitera “La poesía es poesía hasta que se lee”.

Tecomate Cuatolco. Nahúm invita al público a realizar comentarios y preguntas.

Ya surge una, ya surgen dos y tres. Fernández Iglesias, se muestra extenso y da muestras de licencia poética, cuando alguien pregunta a cerca del génesis de la duda, a lo cual responde que es la completud, la búsqueda del hombre de esa furiosa sustancia y que el cree encontrar en la poesía y no sólo en eso, sino en todo lo que ha hecho por años, por décadas, por circunstancias que unidas son proyectos de vida, valederos o truncos.

Nos habla de TunAstral editora pero, nos explica su formación paso a paso, tal cual formación nebulosa de un astro que alumbra aun: chin, chin, el que no entienda la vida de las editoras como TunAstral; chin, chin, el que no entienda la realidad social de la lecto-escritura de nuestro país, qué va, del edodeméx.

Nos habla de El maratón de poesía que se organizaba en la ciudad de Toluca, en donde por doce horas, lectores poetas, hacían lo propio con sus poemas al aire libre, in vitro. Y entonces uno cree de inmediato en esos proyectos y la pregunta es ¿por qué no continúan? Entonces la respuesta es como muchas que hay en nuestro país, de esas desangeladas, de esas en que termina uno fulminado y harto.

Tecomate Cuatolco. El turno es para Sebastián que rasga suavemente las cuerdas de su guitarra, emitiendo sonidos ligeros tras iniciar con un cover que hiciera famoso Andrea Bocelli Con te partiró o Por ti volaré. Viene otro cover Ángel que interpretara Yuridia. En breve, los aplausos se escuchan y seguro es que la gente se siente gratificada con la presentación del libro y la participación de Sebastián, que si bien no hubo un encore, de regalo, tampoco hubo quien pidiera un poema más al autor, Lobelto Felnández Iglesias. Los aplausos continúan mientras la gente se levanta de su lugar para acercarse al autor o bien, mirar las obras de Nahúm B. Zenil., acá en Tenango del Aire.


Roberto Fernández Iglesias.- Mexicano, nació en la ciudad de Panamá, el 27 de agosto de 1941. Obtuvo la licenciatura en Filosofía y Letras, en la Universidad de Panamá, en 1970; estudios de postgrado en Letras Iberoamericanas y Ciencias de la Comunicación, UNAM, México. Ex profesor de asignatura en la Academia de Letras de la Universidad Autónoma del estado de México. Ex profesor de tiempo completo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM. Fue profesor de la Escuela de Escritores de Cuernavaca SOGEM; y lo es de la Escuela de Escritores del Estado de México. Ha publicado los libros Recits (prosas; Panamá, 1969; Toluca, 1973); Cartas (poemas, Lima 1969; Panamá, 1972); Los recién legados (ensayo y antología; Panamá, 1969); Sie7e (volumen colectivo de poesía y crítica; Panamá, 1971); Canciones retorcidas (Premio Nacional de Poesía Ricardo Miró, Panamá, 1974); Soñar tu sombra (poemas, Toluca, 1974); Literatura y realidad (ensayos, UAEM, Toluca, 1981); El gran desnudo y Primer placer (poemas; Premio Tolotzin, 1983; Centro Toluqueño de Escritores, Toluca, 1984); Dieciocho narraciones breves (premio estatal de cuento, 1984, Gobierno del Estado de México, 1984); Celebrar la palabra (premio estatal de poesía, 1984), entre otros.